VALENCIA. Día 2. De museos y jardines.


26 de marzo de 2013

El segundo día de nuestra estancia en Valencia nos levantamos tempranito con la intención de aprovecharlo a fondo. Teníamos pensado ir a pasar el día a la Albufera, pues un compañero de trabajo que era valenciano nos lo había recomendado y nos había dicho que no podíamos perdérnoslo, así que nos dirigimos hacia la Plaza de la Reina, desde donde nos dijeron que salían los autobuses que llevaban hasta allí. Desgraciadamente, justamente cuando llegamos el autobús ya se iba y el siguiente no salía hasta unas horas después, así que ese día nos tocó improvisar.








Lo primero que hicimos, aprovechando que estábamos en la Plaza de la Reina, fue subir al Micalet para ver las vistas que ofrecía de Valencia. Como ya comenté en la entrada anterior, el mirador del campanario se encuentra a 51 metros de altura y la entrada costaba solamente 2 €. Tras subir los 207 escalones por la estrecha escalera de caracol llegamos a lo más alto y nos recibió la ciudad desde las alturas.


Nuestra siguiente parada era el Museo de Bellas Artes. Para llegar hasta allí fuimos caminando, así que nos acercamos hasta el Turia y pasamos junto a las Torres de Serranos. Estas torres fueron levantadas en el siglo XIV y servían de acceso a la gente que provenía de la zona montañosa del interior. También tenían una misión defensiva y entre los siglos XVI y XIX fueron utilizadas como cárcel para nobles y caballeros. Actualmente es aquí donde se realiza la cridà, el pregón de la Fallera Mayor que da inicio a las Fallas.


Tras un breve paseo en el que cruzamos el río, llegamos al Museo de Bellas Artes. Este museo, de entrada gratuita, acoge una gran colección de arte repartida en sus tres plantas, desde pinturas que van del siglo XIV al XIX (pertenecientes al arte gótico, al Renacimiento y a la pintura española y flamenca, entre las que destacan pinturas de Murillo, El Bosco, Van Dyck, Goya y Velázquez, entre otros) hasta el arte moderno, sección en la que es posible disfrutar de las obras de artistas valencianos tan conocidos como Mariano Benlliure y Joaquín Sorolla. Además, el claustro alberga varias piezas arqueológicas pertenecientes a diferentes épocas. Fue una visita... curiosa y diferente, teniendo en cuenta que, estando trabajando ambos en el museo, por una vez éramos nosotros los visitantes (muahahaha).


Una vez finalizada nuestra visita al museo, nada más salir nos encontramos con los Jardines del Real (llamados así por albergar allí el Palacio Real hasta 1810) o Jardines de Viveros. Estos extensos jardines son un lugar fantástico para pasear por su rosaleda, y también es posible visitar allí el Zoo de Valencia y el Museo de Ciencias Naturales.


Entre unas cosas y otras ya había llegado la hora de comer, así que en vez de buscar algún bar o restaurante que tuviera buena pinta por los alrededores pensamos en ir directamente a Alboraya. Nos apetecía rematar la comida con una horchata y unos fartons, ¿y qué mejor que probando la auténtica horchata valenciana en su localidad de origen? Para ello, elegimos la Horchatería Daniel.


Habíamos decidido pasar la tarde en el Jardín del Turia, un parque de 110 hectáreas y 9 kilómetros de longitud que cruza la ciudad. Este ocupa el lugar que anteriormente ocupó el Turia hasta que se desvió el cauce del río para evitar las inundaciones que Valencia sufría periódicamente. Pasamos el resto de la tarde paseando por allí y, para que os hagáis una idea, solo llegamos hasta aproximadamente la mitad. Lo que más nos llamó la atención fue el Parque de Gulliver, un parque en el que encontramos al personaje de Jonathan Swift atado al suelo y del que salen un sinfín de toboganes por los que deslizarse.


Cuando comenzó a anochecer decidimos dar por concluido el día y volver al hotel. Teníamos pensado dedicar todo el día siguiente a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, así que nos esperaba un día de lo más completo.


2 comentarios:

  1. Holaaa :)

    :O El museo de Bellas Artes es gratis??? No me lo esperaba, con lo caras que suelen ser las entradas a todas partes! Pero mucho mejor así, oye :D.

    El parque de Gulliver y los toboganes me han matado, tengo que ir ahí xD.

    Un beso!

    BLOG: THE AMPELFRAU ADVENTURES

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    1. ¡Holaaa! =)

      Sí, la verdad es que es genial que haya museos de acceso gratuito y, si no es así siempre, que al menos haya días u horarios en que sea gratis, aunque por suerte creo que esto cada vez está más extendido.

      El parque es la leche, la verdad es que sí jaja. Si no hubiera habido tantos niños yo misma me habría tirado por los toboganes =P

      Un beso!

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