VALENCIA. Día 3. La Ciudad de las Artes y las Ciencias (I).


27 de marzo de 2013

Era nuestro tercer día en Valencia y teníamos mucho que hacer antes de ir al musical de La Bella y la Bestia, para el que teníamos entradas aquella  noche =D Proseguimos nuestra visita a la ciudad allí donde la dejamos el día anterior: en el Jardín del Turia. Como ya comenté, este jardín es tan extenso que solamente llegamos a la mitad, así que retomamos nuestra caminata desde el Parque de Gulliver. Por suerte, aquel día el tiempo era mucho más bueno que en los días anteriores, y cuando llegamos a la altura del Palau de la Música el panorama era magnífico.


Nos habríamos quedado allí todo el día, pero no podíamos entretenernos demasiado. Al final del Jardín del Turia se encuentra la Ciudad de las Artes y las Ciencias, nuestro objetivo para aquel día, así que nos apresuramos porque teníamos muchas cosas por visitar. Nada más llegar, lo primero que encontramos fue el Palau de les Arts Reina Sofía, el edificio más grande del complejo, y, un poco más adelante, el Hemisfèric y el Museu de les Ciències Príncipe Felipe.


Tras una vuelta de reconocimiento para situarnos, decidimos ir a comprar las entradas. Ya eran casi las 13:00 h, por lo que entrar al museo o al Oceanogràfic quedaba descartado. Necesitaríamos más de una o dos horas para visitar cualquiera de los dos antes de ir a comer, y como estaba a punto de comenzar la proyección que nos interesaba en el Hemisfèric nos dirigimos hacia allí. Sin embargo, había algo con lo que no habíamos contado: las entradas sirven para dos días, pero en el momento de comprarlas debes determinar qué vas a ver cada día. Así pues, tras hacer unos cálculos rápidos decidimos que aquel día nos centraríamos en el Hemisfèric y el Museu de les Ciències y al día siguiente tendríamos todo el tiempo del mundo para ver el Oceanogràfic.

La proyección que habíamos elegido para ver en el Hemisfèric era Sea Monsters. Gigantes del océano, un documental de aproximadamente una hora de duración en el que se explicaban los descubrimientos científicos que se hicieron gracias a los fósiles de reptiles marinos y peces que se hallaron (muy interesante, la verdad). Como ya eran las 14:00 h, nada más finalizar la proyección fuimos por los alrededores para buscar un sitio donde comer. Encontramos un bar que estaba bastante bien, pero tardaron aproximadamente una hora en servirnos, y entre unas cosas y otras salimos de allí a las 16:00 h. El musical empezaba a las 20:00 h, y contando que teníamos que pasar por el hotel para arreglarnos no podíamos dedicarle mucho tiempo más a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Sin embargo, al comprar las entradas ya habíamos indicado que ese día visitaríamos el Museu de les Ciències, así que nos dirigimos hacia allí para hacer una visita exprés.


Tras una hora visitando el museo y experimentando, decidimos marcharnos. El museo estaba muy bien, pero al haber visitado ya varias veces el CosmoCaixa (el Museo de las Ciencias de Barcelona) muchas cosas nos las saltábamos porque eran las mismas o muy parecidas.

¡Y por fin llegó la hora! Llegamos al Teatro Principal con suficiente tiempo de antelación y a las 20:00 h, totalmente puntual, dio comienzo el musical de La Bella y la Bestia. Lo mejor fue que estábamos en primera fila, lo cual para gente bajita como yo es una gran suerte porque no hay nadie que te tape la visión. No sé a vosotros, pero a mí, casualidades de la vida, siempre se me sienta gente muy alta delante.


El musical fue PRECIOSO. No sé si volverán a hacerlo en España, pero si es así y no lo habéis visto os lo recomiendo totalmente. La puesta en escena, el vestuario... Fue todo increíble =D Muy fiel a la película.

Cuando salimos ya era bastante tarde, y entre que empezamos a dar vueltas y no encontrábamos muchos sitios que siguieran abiertos las posibilidades se iban reduciendo. Sin embargo, vimos el cielo abierto cuando encontramos un restaurante italiano en el que a pesar de ser las 23:00 h la gente que llegaba se iba sentando en la terraza para cenar. Se llamaba La Vita è Bella, y si ese restaurante hacía honor a la película de Benigni no podíamos quedarnos con las ganas de entrar. A día de hoy lo recuerdo como uno de los mejores restaurantes italianos donde he comido, y he de decir que he probado muchos y no todos están a la altura. Supongo que las circunstancias acompañaban y endulzan el recuerdo :) Pero eso no quita que al recordar los ñoquis, totalmente caseros, todavía se me haga la boca agua, y el personal fue amabilísimo con nosotros. De este modo pusimos punto y final a una noche de lo más especial, y lo cierto es que no podríamos haber elegido mejor :)


2 comentarios:

  1. Ohhhhhhhh qué fotos tan espectaculares! Tuvisteis mucha suerte con el tiempo :). La arquitectura qué curiosa, me encanta sacar fotos de edificios modernos como esos :).

    Y el musical... OHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH qué bonito es!!! Lo vi hace un par de años en Bilbao y estoy totalmente de acuerdo! Qué bien lo de estar en primera fila, a mí me tocó una columna delante xD.

    Un beso!

    BLOG: THE AMPELFRAU ADVENTURES

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    1. ¡Síii! Menos mal que ese día hacía un sol espectacular (aunque se iba nublando jaja), porque los días anteriores fueron más grises...

      Qué p***** lo de la columna. ¿Pudiste verlo medianamente bien? A nosotros lo de estar en primera fila además nos dejó flipados, porque en las entradas ponía fila 2, y es que en el teatro no había fila 1. Por una parte tragamos humo para dar y vender, pero por otra se sentó una niña monísima a mi lado que les respondía a los actores. Era adorable, te lo juro!

      Un beso, Ampelfrau!

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